Mucho se ha especulado sobre la situación global enfrentando al cambio climático, múltiples esfuerzos y planes de acción se ponen en marcha para ofrecer una nueva oportunidad al planeta.
Para este año se esperan cambios importantes enfocados en la reducción del calentamiento global de al menos un 1,5° C y el retiro de subsidios y financiamientos a la tecnología que funciona a través de combustibles fósiles.
Muchas industrias a nivel global se han enfocado en la implementación de estrategias a mediano y largo plazo que impulsen su transición hacia un modelo de cero emisiones. Sin embargo, la realidad es otra cuando visualizamos el panorama actual, donde es necesario tomar medidas drásticas que fortalezcan los planes de acción para evitar una catástrofe climática.
En los pactos establecidos en la COP 26, se busca reforzar y mejorar los planes de acción de las industrias en periodos de un año, en comparación al acuerdo anterior de modificarlos cada cinco años, esto con la intención de obtener mejores resultados en menos tiempo. Los países que encabezan la lista como los principales emisores de gases se encuentran China, India, Rusia, Estados Unidos y parte de la UE.
Algunos países buscan eliminar los subsidios y financiamiento a combustibles fósiles, al ser considerados como “poco eficientes”. En contraste, muchos países como China, Corea y Japón han financiado energía contaminante fuera de sus fronteras.
El pasado 2021, varios países se comprometieron a no renovar planes de financiamiento de energía no renovable, entre ellos se encuentran Estados Unidos, Australia e India. Todo esto con la intención de poner límites y promover una transición hacia energías renovables.
Las medidas que se planean implementar suponen un riesgo importante para los profesionistas que trabajan en el campo de combustibles fósiles. Durante la COP 26 se establecieron políticas de transición que buscan fomentar los “empleos verdes”, haciendo referencia a empleos en el área de energías renovables. De la misma manera, algunos gobiernos alrededor del mundo hicieron donativos para ayudar a las economías emergentes a lograr una transición más saludable y socialmente justa, buscando proveer apoyo económico a los grupos vulnerables pertenecientes a este sector.
Otro punto planteado durante la COP 26, es la creación de fondos especiales destinados a la reparación de daños ocasionados por las emisiones de gases de carbono. Este plan va enfocado principalmente a los países y corporaciones que tienen un registro histórico de actividades contaminantes y emisores de carbono.
Sin duda el 2022, será un año caracterizado por medidas de urgencia para obtener los mejores resultados en el corto plazo. Esfuerzos que están siendo evaluados y respaldados por las principales economías del mundo.
